En abril de 2025, la posibilidad de una recesión en México ya no es solo una especulación lejana. Algunos pronosticadores como, XP Investments, proyectan una contracción de hasta -0.5% del PIB para este año. Aunque no todos los analistas coinciden en el diagnóstico, las señales de desaceleración ya son palpables y las empresas deben tomar posición.
¿Estamos realmente entrando en una recesión?
El primer trimestre de 2025 mostró una caída en el dinamismo de sectores clave como la construcción, el consumo interno y las exportaciones no petroleras. A esto se suma el endurecimiento de condiciones financieras globales, una menor demanda de EE. UU. y la volatilidad generada por las elecciones estadounidenses. Si bien la economía mexicana mostró resiliencia postpandemia, el impulso parece estar perdiendo tracción.
XP Investments, uno de los pronosticadores más pesimistas, proyecta una contracción del PIB mientras que otras consultoras, como Barclays o Banorte, ya han ajustado a la baja sus expectativas de crecimiento.

¿Qué implicaciones tiene para las empresas?
Una recesión—o incluso una desaceleración fuerte—cambia las reglas del juego. El acceso al crédito se encarece, la demanda se vuelve más volátil y las decisiones de inversión deben ser más estratégicas. Las empresas con alta dependencia de flujos constantes o con estructuras de deuda apalancadas pueden estar especialmente expuestas.
Además, si el entorno económico internacional se sigue deteriorando —con aranceles, tensiones comerciales o shocks financieros externos—, el margen de acción del gobierno mexicano será limitado, especialmente con el ciclo electoral tan cerca.
Acciones estratégicas que deben considerarse
Aquí algunos frentes que las empresas mexicanas deben revisar con lupa:
1. Gestión de liquidez y capital de trabajo
Es momento de asegurar liquidez suficiente para operar cómodamente al menos 6-9 meses, ajustando políticas de cobranza, inventario y pagos a proveedores sin comprometer relaciones clave.
2. Revisar estructura de deuda
Refinanciar pasivos con tasas fijas, evitar sobreapalancamiento y diversificar fuentes de financiamiento es clave para evitar cuellos de botella si las tasas continúan altas.
3. Escenarios financieros y stress testing
Simular escenarios adversos con contracción en ventas, aumento en costos o depreciación del peso. Anticipar decisiones en lugar de reaccionar tarde.
4. Revisar estrategia comercial
Identificar oportunidades contracíclicas, ajustar pricing, fortalecer la fidelización de clientes existentes y buscar eficiencia en canales de distribución.
5. Diversificación de ingresos y mercados
Empresas expuestas al mercado interno deben explorar oportunidades en exportaciones o nuevos segmentos, incluso dentro del nearshoring.
Aun si el escenario no se convierte en una recesión técnica, la desaceleración está sobre la mesa. Y como toda tormenta económica, no es cuestión de pánico, sino de preparación.
En Xaver Capital, sabemos que los ciclos económicos no se pueden controlar, pero sí se pueden enfrentar con inteligencia financiera. Nuestros créditos simples y revolventes están diseñados para darte liquidez inmediata, ayudarte a estabilizar tu flujo de efectivo y mantener tu operación sin frenar tu crecimiento, incluso en contextos inciertos.
Porque en tiempos de ajuste, contar con el financiamiento adecuado puede ser la diferencia entre resistir… o avanzar.
¿Quieres prepararte mejor para lo que viene?
Escríbenos a contacto@xavercapital.com te ayudamos a encontrar la mejor solución para tu empresa.