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Inflación subyacente: el enemigo silencioso de las empresas mexicanas

En agosto de 2025 la inflación general anual en México se ubicó en 3.57 %, una cifra que a primera vista luce controlada y dentro del rango objetivo de Banxico. Sin embargo, detrás de este respiro hay un dato que preocupa: la inflación subyacente, que excluye precios volátiles como energía y alimentos frescos, se mantiene en 4.23 %. Este nivel refleja una presión constante sobre bienes y servicios que afectan directamente la operación diaria de las empresas.

 


La importancia de mirar más allá del dato general

La inflación general puede dar una falsa sensación de estabilidad. Para las empresas, lo que realmente impacta sus márgenes es la subyacente, pues incluye:

• Servicios básicos: renta de oficinas, educación, salud, transporte.
• Alimentos procesados y manufacturas: insumos que forman parte de cadenas productivas.
• Costos laborales indirectos: incrementos en servicios de outsourcing, mantenimiento y logística.

Cuando estos rubros se encarecen, la presión sobre los presupuestos corporativos es más profunda y sostenida.

¿Cómo afecta a las empresas mexicanas?

1. Reducción de márgenes:
las compañías con contratos de suministro fijos enfrentan mayores costos sin posibilidad inmediata de ajustar precios.

2. Tensión en la planeación financiera:
los presupuestos preparados a inicio de año quedan desfasados, lo que genera desviaciones en proyecciones de flujo de efectivo.

3. Estrategias de precios más delicadas:
aumentar precios al consumidor final puede afectar la demanda, especialmente en un contexto de bajo crecimiento económico (PIB ~0.5 % en 2025).

4. Mayor presión en financiamiento:
aunque las tasas de Banxico comienzan a bajar, la persistencia de la inflación subyacente limita la velocidad de los recortes y mantiene el costo del crédito en niveles relativamente altos.

Estrategias para mitigar el impacto

• Contratos con cláusulas de ajuste por inflación:
negociar con proveedores y clientes acuerdos que permitan trasladar parcialmente el aumento de costos.

• Cobertura de insumos clave:
asegurar precios de materias primas y servicios básicos cuando sea posible.

• Refinanciamiento estratégico:
aprovechar los recortes de Banxico para reestructurar deudas caras, pero priorizando aquellas que impacten en la operación crítica.

• Gestión dinámica de precios:
revisar con mayor frecuencia las estructuras de precios y márgenes para reaccionar a cambios subyacentes.

¿Cómo afecta a las empresas mexicanas?

La inflación subyacente es un fenómeno menos visible que la general, pero más determinante para la rentabilidad y sostenibilidad de las empresas. En un entorno de bajo crecimiento y con costos básicos aún elevados, anticipar y reaccionar con disciplina financiera será clave.

En Xaver Capital creemos que el crédito, cuando se utiliza de manera estratégica, puede ser una herramienta para enfrentar estas presiones, protegiendo la liquidez y permitiendo que las empresas no solo resistan, sino que crezcan incluso en contextos de inflación persistente.

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